LOS SECTORES ECONÓMICOS DAN EL AÑO POR PERDIDO
España | @Antonio Castro. Sevilla.- 27/04/2011
Quienes esperaban que el Gobierno de Griñán consiguiera desbrozar la maleza de la corrupción para imprimir tensión a la acción de Gobierno -especialmente, los sectores económicos de Andalucía, que tienen importantes cuentas pendientes- se han quedado atónitos al ver el programa de actuaciones del presidente que, sin tratarse de unas elecciones autonómicas, participará en más de 50 actos por la geografía de la comunidad, mientras despliega a todo su Gobierno en apoyo de los candidatos socialistas a las alcaldías.
“Si consideramos que después de las elecciones municipales llega el verano y en otoño empieza la precampaña de las autonómicas y generales, si no se adelantan, aquí ya está todo vendido: la legislatura ha terminado”. Es decir, según se asegura en círculos económicos influyentes, Andalucía estará un año con el Gobierno congelado a pesar del cálido verano que se espera, sin perspectivas de superar la crisis, más grave aún en esta comunidad, y con el índice de paro disparándose por encima del millón de afectados.
El Gobierno andaluz se deja al margen la situación económica para desesperación de quienes exigen medidas urgentes contra la crisis. En el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta, sólo se habla de elecciones municipales. Y no es extraño. El futuro de Griñán depende de ellas, y sobre todo de alcaldías como la de Sevilla y Jaén, mantenidas hoy por el PSOE con el apoyo de IU. De hecho, estas dos provincias serán las únicas que reciban la visita de Rodríguez Zapatero, una prueba de que en el PSOE-A aún creen que el presidente tiene algo que aportar, aunque sea en el capítulo de agradecimientos a quien se va, que suele ser un sentimiento muy socorrido.
Un presidente bajo presión
Tanta es la urgencia electoral que le ha entrado a Griñán, urgencia que paraliza la acción de gobierno, que esta semana Canal Sur ha tenido que anunciar que suspendía una entrevista con el presidente, ante la advertencia de Javier Arenas, que estaba dispuesto a denunciar el caso en la Junta Electoral. La manera acelerada con que Griñán se conduce tiene mucho que ver con la presión que le ha impuesto José Blanco, vicesecretario general del PSOE, que ha encontrado en Susana Díaz, secretaria de Organización del PSOE-A, el ariete para empujar al presidente lejos de la depresión que le ha provocado el caso de los EREs.
En el PSOE-A han recibido un claro mensaje de Ferraz, donde están por primar los resultados electorales frente a la gestión pública: la única manera de evitar que el partido estalle en Andalucía después de las municipales y se multiplique el conflicto entre los dos sectores enfrentados es salvar los muebles, es decir, mantener las alcaldías de Sevilla, Jaén y evitar que el PP traspase la línea roja ocupando la mayoría de las ciudades de más de 100.000 habitantes y algunas diputaciones, entre ellas las de Málaga.
En cualquier caso, nada de esto sirve de consuelo a los sectores económicos de Andalucía, que en casos como el de la construcción anuncian ya paros empresariales en algunas provincias, con jornadas de cierres de empresas, para denunciar los recortes en las inversiones públicas y los pagos aún pendientes por la Junta.
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